El día 1 de octubre fue el elegido este curso para poner en marcha nuestro huerto. Nuestros amigos de "La Encina" nos trajeron semillas de zanahorias, habas, guisantes y espinacas. También plantones de coliflor, brócoli, lechugas de distintos tipos, cebollino y acelgas.
Con estas acciones, creamos lazos afectivos con el mundo natural y descubrimos nuestras relaciones con el medio. Fomentamos el respeto por la tierra en los niños y niñas, que desarrollarán el interés por no degradarla.
Fomentamos actitudes cooperativas a través del trabajo en equipo para planificar las actividades, organizar las labores del huerto...
Sembramos zanahorias en unas jardineras que rodean el huerto y cubrimos las semillas con un poco de abono para evitar que se las coman los pájaros. Así, conocemos algunas de las dificultades a las que se enfrentan los agricultores y valoramos su trabajo para que nosotros podamos comer dichas hortalizas.
Las semillas de guisante nos sorprendieron mucho por su color rosa.
La naturaleza no deja de sorprendernos. Ahora toca esperar con calma a que haga su trabajo. Nosotros le proporcionaremos agua y todos los cuidados posibles para que las plantas crezcan.
Lo bueno se hace esperar, seguiremos informando.